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La fertilidad y sus señales
La fertilidad es la capacidad para reproducirse/procrear.
En la mujer, la fertilidad, a diferencia de los hombres, se ve limitada con los años. La edad fértil de la mujer es desde la menarca o primera menstruación, hasta la menopausia. Este primer ciclo de menstruación dura 28 días +/-7 días. En cada uno de estos ciclos los ovarios producen un óvulo célula sexual o gameto femenino con capacidad de fecundar.
En un ciclo menstrual regular la ovulación se produce 14 días después del inicio de la última menstruación. Basándonos en esto existen calendarios que permiten calcular los días más fértiles para intentar conseguir un embarazo. Hay otras señales de fertilidad, muy útiles, al momento de desear quedar embarazada. Estas son:
Moco cervical: es una secreción producida por el cuello uterino, cuando la ovulación se aproxima es abundante, transparente, elástico y filante con un aspecto parecido a la “Clara de Huevo”
Temperatura basal corporal: cuando se ha producido la ovulación, la temperatura de la mujer aumenta 0.5º, tomada en reposo cada mañana. El principal inconveniente de este método es que detecta la ovulación cuando ya se ha producido.
Detección de hormona LH: en el ciclo menstrual normal, se produce un aumento de hormona Luteinizante 36 horas antes de la ovulación. Existen métodos que se pueden usar en casa para detectar la hormona LH en la orina, y conocer días fértiles. La principal ventaja de este tipo de test es detectar el momento de la ovulación antes de que se produzca.
Posición del cuello cervical: cerca de la ovulación el cérvix se ablanda, abre y eleva facilitando el camino al esperma. Estos cambios se pueden evaluar por el tacto del cuello del útero a través de la vagina. vagina.
Aumento de la libido y dolores, son también síntomas de la ovulación.
Los hábitos de vida, el sedentarismo, el estrés, y la alimentación influyen en la fertilidad. Los nutrientes tienen un gran papel en la formación de células reproductivas, se destacan: Omega 3 y la Vitamina D.
La fertilidad está estrechamente relacionada con la edad de la mujer. A partir de los 35 años y sobre todo después de los 40 son menores debido a la disminución de la cantidad y calidad de los óvulos.
Hoy el inconveniente principal reside en las numerosas razones que llevan a las mujeres para más adelante, el deseo de ser madres.
Esta realidad a la que se enfrentan las mujeres no debe significar que se deba renunciar a la idea de ser madres. Se trata de abordar la decisión con conciencia de que el reloj avanza equilibrando el trabajo y la aspiración personal.
A partir de los 35 años es recomendable consultarle al médico tras 6 meses de búsqueda infructuosa y, de ser necesario, la medicina reproductiva con variedad de opciones de tratamiento son una alternativa mediante la cual se puede vivir la maravillosa experiencia del embarazo.
Maria Laura Lavergata MN 100644