- Te acompañamos en los primeros mil días de tu bebé
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Microbiota y bebé: ¿por qué importa tanto y cómo podés cuidarla?
Tal vez ya escuchaste hablar de la microbiota, ese conjunto de bacterias “buenas” que viven en nuestro cuerpo. Lo que tal vez no sabías es que estas pequeñas aliadas también cumplen un rol clave en la fertilidad, el embarazo, el parto y la salud futura de tu bebé. No solo hay bacterias, hay también levaduras, hongos, virus y arqueas que conviven pacíficamente con nosotros.
Sí, desde mucho antes de que el bebé nazca, su salud ya está en diálogo constante con las bacterias de la madre: las mismas están presentes en el intestino, útero, vagina, piel y leche. Y si esas bacterias están equilibradas, pueden influir positivamente en el desarrollo, la inmunidad y hasta en la prevención de cólicos, alergias o enfermedades crónicas.
¿Dónde empieza todo?
Las bacterias intestinales también juegan su parte: se comunican con las del útero, reducen la inflamación y aportan nutrientes que llegan al bebé a través de la placenta.
Parto, lactancia y primeros meses: los cimientos
Después, la leche materna continúa ese trabajo: aporta bacterias vivas, nutrientes y compuestos que alimentan su microbiota intestinal.
Es importante saber que, si no fue posible o deseado un parto vaginal o la lactancia no fue exclusiva, hay alternativas: los bióticos. Esta familia incluye probióticos, prebióticos, postbióticos y sinbióticos, y pueden estar presentes en algunas fórmulas infantiles y suplementos recomendados por pediatras.
Claves para una microbiota saludable desde el inicio
Alimentación variada desde el embarazo
Si es posible, lactancia materna desde la “hora sagrada” (primera hora después del parto)
Alimentación complementaria completa desde los 6 meses: que tu bebé se haga amigo o amiga de las frutas, verduras, cereales integrales y alimentos fermentados como yogur (fuente natural de bacterias buenas)
Ideal pero no siempre posible: que tu bebé no tome antibióticos ni antiácidos, pueden alterar la flora intestinal y esto puede afectar a su salud digestiva en el futuro.
Microbiota familiar: besos, abrazos, compartir momentos… ¡todo suma!
Siempre hay opciones buenas, confiá
La ciencia avanza, los desarrollos avanzan, los bióticos avanzan, jamás serán reemplazo de la dupla de oro: parto vaginal y lactancia materna. Pero pueden ayudar y mucho. Pensemos siempre en el plan A, pero por si por alguna o por varias razones esto no es posible, pensemos en un buen plan B. Cada mamá es única, cada bebé es único y no hay una sola forma de criar ni de parir. Lo importante es que confíes en los profesionales que te acompañan, que te expliquen todas las opciones, y saber que la ventana de oportunidad para cuidar la microbiota está abierta siempre durante toda la infancia.
- Zeng et al. Clinical implications of maternal multikingdom transmissions and early-life microbiota. Lancet Microbe. 2025.
- Vaher et al., Microbiome-gut-brain axis in brain development, cognition and behavior during infancy and early childhood, Developmental Review, 66, 2022, 101038.
- Szajewska H. (2025). An Overview of Early-Life Gut Microbiota Modulation Strategies. Annals of nutrition & metabolism, 1–6. Advance online publication. https://doi.org/10.1159/000541492