Mi bebé empezó a gatear

Bebé en el suelo preparándose para gatear.

Lo que necesitás saber:

  • El gateo es uno de los hitos más esperados por las familias a la hora de ver crecer a sus bebés… pero, ¿cuándo debe aparecer? ¿Hay que preocuparse si no lo hace?

  • Es importante recordar que cada bebé tiene su propio ritmo y sus propios tiempos para alcanzar los hitos del desarrollo. La clave está en acompañar, observar y disfrutar de esta nueva aventura junto a ellos, sin comparaciones ni presiones.

A medida que los bebés y las bebés crecen, hay ciertos momentos del desarrollo que se esperan con mucha emoción: la primera sonrisa, el poder sentarse sin apoyo, el gateo y los primeros pasos.

Es importante recordar que el neurodesarrollo es un proceso complejo y que no hay una edad exacta para que ocurran estas etapas. Los pediatras solemos manejarnos con rangos de edad para ver que los hitos se vayan cumpliendo, siempre teniendo en cuenta que cada niño o niña es único/a, con sus propios tiempos y experiencias. La comparación con otros bebés puede generar ansiedad o preocupación en los mapadres, aunque muchas veces no haya motivo para alarmarse.

Si bien entre los 6 y 8 meses muchos bebés comienzan a desplazarse, es fundamental saber que ¡hay tantas formas de gatear como bebés! La posición cuadrúpeda (a cuatro patas) es la más común, pero no es un estándar rígido que los pediatras usamos para evaluar. Lo esencial es que a esa edad comiencen a moverse de alguna manera: reptando, desplazándose sentado/a con la cola, con una pierna adelante y otra atrás, o de cualquier forma que les permita trasladarse.

El proceso de maduración que atraviesan los bebés para adoptar la posición y moverse es muy importante porque:

  • Se tonifican los músculos de la espalda, lo que permitirá mantener la columna vertebral erguida en el futuro.

  • Favorece la conexión de los hemisferios cerebrales, permitiendo el inicio de funciones cognitivas esenciales para el desarrollo del bebé.

  • Permite que el bebé comience a desarrollar la coordinación, explorando el espacio que lo rodea y aprendiendo sobre su ubicación y percepción del entorno.

¿Qué pueden hacer en casa para estimular el desplazamiento de sus bebés? 

Durante los primeros meses, los pediatras no recomiendan que los bebés duerman boca abajo por el riesgo de muerte súbita. Pero una vez que pueden rolar (pasar de boca arriba a boca abajo y viceversa) y levantar la cabeza y parte del tronco en la posición de “balconeo” o “esfinge” (aproximadamente a partir de los 4 meses) empiezan a ganar independencia en su movimiento y esta restricción deja de aplicar

En esta etapa, se recomienda estimular el movimiento al estar con la pancita en el piso, favoreciendo su curiosidad y el deseo de moverse. Pueden acompañarlos con juguetes coloridos o musicales, mordillos, o simplemente sentándose cerca para llamar su atención y acompañar cada intento de acercarse a lo que les interesa. Cada bebé encuentra su propio ritmo, y el acompañamiento atento y cercano hace que esta etapa sea segura y divertida.

No olviden que, a medida que el bebé empieza a moverse y a llegar a lugares que antes no podía, hay que preparar el hogar para que sea un espacio seguro. Cosas como enchufes, objetos pequeños o bordes puntiagudos de los muebles pueden representar riesgos. Es importante tener en cuenta que dejar al bebé, aunque sea por un momento, en una superficie alta (como el sillón o la cama) ya no es seguro. En cuanto vea algo que le interese, querrá desplazarse sin medir distancia, altura o riesgo.

Si su bebé nunca gatea y, desde estar sentado o acostado en el piso, pasa directamente a pararse y dar sus primeros pasos, no necesariamente hay motivo de preocupación. Mientras pueda desplazarse y empezar a desarrollar su autonomía, la forma y el momento en que esto ocurra se puede acompañar junto con el pediatra, sin que en general haya señales de alarma.

Como todo proceso, generalmente entre los 11 y 14 meses, cuando ya se levanta solo o da sus primeros pasos, el gateo deja de ser una habilidad interesante y se va dejando de lado.

Es importante recordar que cada bebé tiene su propio ritmo. A veces nuestras expectativas como adultos van más rápido que los tiempos de los más chicos. Cada niño o niña comenzará a gatear o moverse por el piso cuando se sienta seguro y confiado para hacerlo.

Así que, ¡los invito a estar listos para aplaudir cada avance! El gateo es solo el comienzo de una gran aventura, y ustedes están en el mejor lugar para disfrutar de cada pequeño logro.

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