Advertencia: Los cambios repentinos en la frecuencia, consistencia y color de las heces de tu bebé pueden requerir atención específica, sobre todo si no ha habido cambios en su alimentación.
Contactá a tu médico o concurrí a una guardia si observas cualquiera de los siguientes síntomas: fiebre, vómitos, irritabilidad/rechazo, sangre o moco en las heces, heces blanquecinas, heces negras o parecidas al alquitrán (a menos que sean meconio), rechazo a comer o beber, dificultades para alimentarse o tragar, orina oscura o disminuida, disminución de la actividad o cambios en la capacidad de respuesta.