Antes de cambiar a la alimentación mixta, siempre vale la pena discutir tus opciones con el profesional o la profesional de salud tratante. Ellos/as podrán proporcionarte el apoyo de lactancia materna que puedas necesitar y darte algunos consejos prácticos sobre cómo hacer que tu viaje de alimentación mixta sea un éxito. Al igual que con la mayoría de las cosas, la alimentación mixta tiene sus beneficios y sus desafíos.
Mas allá del tipo de alimentación elegida en conjunto con tu médico/a, lo principal es introducir el cambio gradualmente. Una transición suave a la alimentación mixta permite que tanto tu bebé como tu cuerpo se adapten a la nueva rutina1:
Los/as bebés que se acostumbraron a la lactancia materna exclusiva necesitarán aprender a succionar de manera un poco diferente, tomar leche de mamaderas es una habilidad nueva, y pueden necesitar un poco de tiempo para adaptarse. Recuerda que todos los bebés son diferentes y se adaptarán a la alimentación mixta a su manera y a su propio ritmo.
El cambio a la alimentación mixta también es un cambio para tu cuerpo. Dependiendo de cómo elijas alimentar mixto, es posible que tu cuerpo necesite producir más o menos leche. Transitar gradualmente te ayudará a prevenir inconvenientes o saber cuándo es necesario consultar con el profesional tratante.