Hablar con otros padres y explicarles lo que vos sabes sobre el tipo de alergia alimentaria que tiene tu hijo y cuáles son las principales recomendaciones y precauciones para tener en cuenta con los alimentos, hará que el tener una alergia alimentaria no sea un impedimento para compartir con otros.
Es importante que los adultos que rodean a tu hijo entiendan que el presentar una alergia alimentaria no lo hace diferente, pero que el contacto con dicho alimento puede provocar en tu hijo síntomas severos de alergia y por esta razón el único tratamiento para dicha alergia es evitar todos los ingredientes que puedan presentar alergenos.
Las vacaciones también suelen ser un problema, pero que puede solucionarse si se planifica de antemano. Si viajás al exterior o te quedás en el país, hay ciertos aspectos básicos que debés tener en cuenta, como dónde se va a alojar, cómo va a viajar y qué va a comer. Adonde sea que vayas, se recomienda saber dónde está ubicado el hospital más cercano, en el caso improbable de que ocurra una emergencia. Un alojamiento donde se pueda preparar su propia comida es la opción más simple si tu bebé tiene una alergia grave a un alimento. Y si decidís viajar al exterior, quizás deba llevar algunas tarjetas personales traducidas o aprender algunas frases si no hablás el idioma del lugar, en caso de que necesites asistencia médica o nutricional.
Aunque vivir con un bebé con alergia modifique un poco la rutina diaria, el diagnóstico exitoso y tratamiento con el pediatra es parte de la batalla. Cuando se conoce el problema, te podés enfocar en controlar lo que come tu bebé y evitar agravar los síntomas.