El concepto de la paternidad fue reconfigurándose en los últimos años, de modo tal que el hombre empezó a tener mayor protagonismo en el acompañamiento y la crianza de los/as hijos/as. Sin embargo, muchas veces se escucha a los hombres relatar que el embarazo es una experiencia que les queda ajena, ya que todas las vivencias de la mujer quedan dentro de la experiencia del otro, más allá de ellos mismos.
Los padres tradicionales priorizaban el rol de proveedores de sus familias, buscando mayor carga laboral para un bienestar económico al momento del nacimiento de su bebé, y les resultaba incómoda la idea de quedarse en el hogar con sus hijos/as, por lo cual la tarea de crianza quedaba en el ámbito de las mujeres.
Actualmente, hay un creciente interés por estudiar las experiencias masculinas en torno a la paternidad y es notable el cambio en el rol del hombre, que ahora, quiere compartir decisiones y responsabilidades en lo que concierne a la vida cotidiana del niño o la niña. Sin embargo, muchos estudios demuestran que el hombre sigue entendiendo que el embarazo otorga a las mujeres un conocimiento privilegiado del futuro hijo o la futura hija, lo cual a veces, esta situación los hace sentir lejanos y desconectados de la experiencia.
Es la mujer quien puede sentir en su cuerpo, el crecimiento del feto, lo que establece una relación concreta entre ambos/as, ya que ella puede ir cargando de sentido y significado, la vida intrauterina de su hijo o hija. Y a esta experiencia, el hombre puede acercarse a través del relato que la madre le ofrezca. Este relato, es lo que propiciará el encuentro entre el padre y el bebé o la bebé en gestación. Por lo cual, es interesante pensar que gran parte de la intervención que el padre pueda tener en este tiempo, está mediada y facilitada por la madre y la palabra que ella otorgue y habilite para el ingreso del padre a esta experiencia. Dicho relato será puerta de entrada, siempre y cuando la mujer se sienta contenida y apoyada, encontrando en el hombre un compañero que la sostiene en la experiencia de la gestación.
Si esto no se diera de esta manera, la madre, más que encontrar un compañero, convertiría al padre en un objeto persecutorio que la expone a una situación de alerta innecesaria.