- Te acompañamos en los primeros mil días de tu bebé
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¿Qué es la constipación funcional?
¿Qué hay que tener en cuenta?
Entrenamiento para el control de esfínteres
No hay una edad uniforme para entrenar a tu bebé, el momento debe adaptarse a la madurez de cada niño/a. El entrenamiento no debe ser forzado. Si tenés dudas, tu pediatra puede guiarte.
Aspectos emocionales y conductuales
Algunos chicos evitan hacer caca fuera de casa (jardín, colegio). Establecer rutinas (como después de comer), ofrecer un ambiente tranquilo y darles tiempo, ayuda mucho.
Herramientas prácticas
Colocar un banquito para que apoyen los pies, promover la actividad física puede reforzar positivamente las ganas de defecar.
¿Cómo cambia según la edad?
En los primeros meses, la lactancia materna favorece deposiciones blandas. Al comenzar la alimentación complementaria, las deposiciones se vuelven más sólidas y menos frecuentes.
¿Cómo saber si tu hijo/a está constipado/a?
Si tu hijo/a tiene menos de 3 evacuaciones por semana, si hace heces muy duras o de difícil expulsión, y esto se acompaña de dolor de abdomen, o presenta frecuentemente materia fecal manchando la ropa interior, sumado a retención voluntaria (cruza las piernas, se aprieta o se esconde para defecar), es probable que padezca de estreñimiento.
¿Qué significa "círculo vicioso"?
Todo se inicia con una defecación dolorosa. Tu hijo/a vive este dolor como una experiencia estresante y lógicamente le produce miedo a evacuar. Acto seguido, empieza a retener. Esto es muy notorio en niños/as que no tienen una dieta con adecuada cantidad de fibra, son muy selectivos, o ingieren poco líquido. El camino final es la acumulación de materia fecal dentro de su intestino, donde se absorbe agua, dando lugar a una caca dura y de difícil y muy dolorosa eliminación.
¿Cómo acompañar y qué ayuda podemos darle?
Podemos romper el círculo vicioso desde varios frentes:
- La alimentación debe ser adecuada para cada edad. Durante los primeros seis meses, la lactancia materna ayuda a que las heces sean más blandas. Alimentos ricos en fibra, vegetales, cereales integrales, legumbres. Incluir una cantidad de líquidos suficiente. En los casos en los que la lactancia materna no es posible, deseada o como complemento, consultar con el pediatra por fórmulas infantiles que contengan bióticos, como prebióticos.
- Establecer hábitos saludables, por ejemplo, una rutina de baño luego de comer. Proveé a tu niño/a un ambiente confortable y relajado para poder defecar, respetando su tiempo.
- Reconocer cuándo se ha alcanzado la madurez intestinal necesaria para un normal entrenamiento.
- En aquellos casos que el pediatra te indique, utilizar el tratamiento farmacológico adecuado (laxantes suaves, no irritantes) hasta alcanzar una rutina y un hábito que permita que tu hijo/a defeque sin inconvenientes.
¿Cuándo consultar?
Buscá atención médica siempre que tu niño/a lleva más de 2 semanas sin evacuar. También si hay sangre frecuente en las heces, o tiene dolor abdominal intenso o vómitos. Cuando haya pérdida de apetito o de peso.
También cuando el estreñimiento interfiera en su calidad de vida, o se haya instalado un círculo vicioso.
¡Tené paciencia! Es un proceso que lleva tiempo.