¿Depresión postparto o tristeza puerperal? Cuando no todo es alegría y eso es válido también

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Lo que necesitás saber:

  • La depresión postparto muestra persistencia de síntomas por más de dos semanas luego del parto y puede aparecer incluso hasta el año del nacimiento.

  • Requiere acompañamiento de profesionales de la salud mental, para brindar apoyo oportuno y contención a la mamá.

  • Es fundamental recordar que estos síntomas no dependen de la voluntad. Comprenderla y no presionarla es clave para que pueda sentirse acompañada y mejorar.

La maternidad es un cambio enorme en el cual aparecen muchas emociones distintas al mismo tiempo. A eso le llamamos emociones ambivalentes, es decir, sentir cosas positivas y negativas a la vez.

Por un lado, puede haber alegría, sorpresa y la felicidad de saber que pronto llega un nuevo integrante a la familia. Pero también es común que aparezcan miedos, dudas, ansiedad o incertidumbre.

Sentir esta mezcla de emociones es parte del proceso. Sin embargo, cuando la tristeza se vuelve muy intensa o dura demasiado tiempo, puede transformarse en lo que conocemos como Depresión Postparto.

¿Todos los estados de tristeza post- parto son signos de depresión?

No. Por ello es importante diferenciar entre la Depresión Postparto y lo que se conoce como Baby Blues o tristeza puerperal.

El Baby Blues es un grupo de síntomas ligados a la tristeza, de corta duración, muy común, que afecta, aproximadamente, a ocho de cada diez mujeres después del parto. Suele aparecer en los primeros días después del nacimiento y puede durar hasta dos semanas.

Entre sus principales síntomas se encuentran:

  • Cambios de humor

  • Tristeza

  • Llanto fácil

  • Ansiedad

  • Irritabilidad

  • Fatiga

  • Dificultades para dormir

Aunque estos síntomas pueden sentirse muy intensos, suelen ser pasajeros y no requieren un tratamiento médico específico. Están relacionados con los cambios hormonales, el cansancio y las demandas físicas y emocionales que trae la llegada de un bebé.

La clave está en observar el tiempo y la intensidad. Si estas emociones se hacen más fuertes o duran más de lo esperado, puede tratarse de depresión postparto y es importante pedir ayuda profesional.

¿Entonces, qué sucede si los síntomas se intensifican y persisten?

En esos casos, puede tratarse de Depresión Postparto. Por eso es importante estar atentos y atentas a ciertos signos, para poder acompañar y brindar apoyo a la mamá:

  • Tristeza profunda

  • Sentimientos de desesperanza

  • Falta de interés o alegría en las actividades cotidianas

  • Cambios en el apetito y el sueño

  • Fatiga extrema

  • Dificultad para concentrarse

  • Sentimientos de culpa o inutilidad

  • Pensamientos recurrentes de dañarse a sí misma o al bebé

  • Y, en casos graves, pensamientos de suicidio

La depresión postparto puede aparecer en cualquier momento durante el primer año después del nacimiento. Requiere atención médica, que puede incluir terapia psicológica y, a veces, medicación de apoyo.

Lo más importante es prestar atención al tiempo: si estos síntomas duran más de dos semanas, es fundamental consultar con un profesional de la salud. Como familia y entorno cercano, podemos animar a la mamá a pedir ayuda, mostrándole apoyo sin que se sienta juzgada. 

Los controles post-parto con el obstetra, son importantes para identificar estos signos. Lo mismo, en las consultas pediátricas es importante hablar y contar lo que nos sucede en estos primeros días de vida, la convivencia y vínculo temprano con nuestro bebé. 

Poner en palabras esas emociones ayuda. Y con el tratamiento y acompañamiento correcto, muchas mamás logran recuperarse por completo y no vuelven a tener episodios depresivos en el futuro, pudiendo conectar con su bebé desde un lugar más seguro.

El rol del entorno es fundamental: sostener a la mamá en su proceso y, al mismo tiempo, cuidar la vulnerabilidad del recién nacido o la recién nacida. Ese acompañamiento hace que el encuentro entre ambos sea más liviano, lleno de amor, cuidado y vitalidad

¿Cómo podemos ayudar como familia?

  • Escuchando de manera activa, sin que la madre se sienta juzgada por sus sentimientos.

  • Generando una red de apoyo y ayuda.

  • Propiciando tiempos de descanso para la madre.

  • Haciendo red para cuidar al bebé y sostenerlo psíquicamente y afectivamente, al igual que a la madre. 

  • Practicando la empatía. 

  • Estando atentos a los síntomas y ayudando a la búsqueda de un tratamiento oportuno.

Cortito y al pie:

  • El Baby Blues es la tristeza puerperal esperada en las dos semanas posteriores al parto.

  • Los síntomas de Baby Blues desaparecen pasadas dos semanas del nacimiento.

  • En cambio, la Depresión Postparto se caracteriza por la persistencia de los síntomas más allá de las dos semanas, y puede aparecer incluso hasta el primer año después del nacimiento.

  • La Depresión Postparto requiere acompañamiento de profesionales de la salud mental, para ofrecer apoyo oportuno y contención a la mamá. Con un diagnóstico y tratamiento temprano, es posible fortalecer un vínculo significativo y saludable entre la madre y su bebé.

  • Es importante recordar que estos síntomas no dependen de la voluntad de la mamá, por lo que comprenderla y no presionarla, es fundamental en la mejoría. 

  • Acompañar y sostener a la díada en un proceso de Depresión Post- Parto, es cuidar la salud mental de la madre y su bebé. 

  • Este acompañamiento debe ser empático, cuidadoso, sin juicios y atento a las necesidades de los dos, para poder apoyarlos de manera efectiva y amorosa.

Por último, ya que el arte siempre nos acerca y nos hace entender visceralmente lo que nos pasa, haciendo más llana la llegada a conceptos que nos atraviesan, los invito a ver una película que da cuenta de estos complejos y, a veces, insondables procesos que atraviesa una mujer, y que muchas veces se dan en absoluta soledad.

“Lo Invisible” es la historia de Luisa, una mujer afectada por una severa depresión postparto que le impide continuar con su rol de madre y esposa, y que decide escapar de la rutina, quedando invisibilizada y ausente ante su familia y ante la sociedad.

Si todos estamos atentos, prevenimos y acompañamos. 

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