- Te acompañamos en los primeros mil días de tu bebé
- Te acompañamos en los primeros mil días de tu bebé
- Te acompañamos en los primeros mil días de tu bebé
- Te acompañamos en los primeros mil días de tu bebé
- Te acompañamos en los primeros mil días de tu bebé
Priorizarme como mamá, es priorizar a mí bebé y a nuestro vínculo temprano
En el último tiempo se va dando mayor importancia al cuidado materno como modo de cuidar la salud mental del bebé.
Esto es fundamental porque una madre cuidada y contenida, puede acompañar con mayores recursos la vida de su bebé recién nacido.
Como muchas veces señalo en las distintas conferencias a las cuales me invitan a disertar, es importante también tener en cuenta que ser progenitora no implica ser madre. La maternidad es una posición psíquica que vamos construyendo, y está ligada a cómo hemos vivido nuestra propia historia con nuestra madre o con las experiencias de maternidad cercanas que hemos tenido.
¿Qué es entonces el Maternaje?
El maternaje es una posición psíquica que nos permite desarrollar las competencias necesarias para cuidar de nuestro bebé de la mejor manera posible.
Llegar a esta posición no siempre es automático, puede estar facilitado u obstaculizado por tu historia personal, las circunstancias actuales, tu entorno y las demandas que este te plantea. Por eso, es importante que te rodees de personas que realmente puedan ayudarte y contenerte en este proceso de maternar. Es decir, aprender a elegir a quiénes van a acompañarte.
No siempre estas personas están en el núcleo familiar, y eso está bien. La familia puede acompañar otros momentos, pero está podés buscar apoyo en amigos, vecinos, compañeros de trabajo, personal de salud, o quienes te hagan sentir que lo estás haciendo bien, mientras te ofrecen su compañía y respaldo.
La maternidad es una etapa de cambios y desafíos, y elegir con quién atravesarla puede hacer que el camino sea más liviano. Para eso, es clave priorizar lo que sentís, cómo te sentís, cuándo y con quién.
¿Cómo puedo discernir quién es mi mejor compañía en este momento?
¿Con quién me siento a gusto y menos juzgada mientras aprendo a maternar?
¿Quién me ayuda a desconectarme un poco de la maternidad cuando siento que ocupa todos mis pensamientos?
¿Quién conoce mi forma de procesar emocionalmente los momentos importantes de mi vida?
¿Quién entiende y comprende mis tiempos y mis procesos?
¿Quién vendría en mi ayuda a cualquier hora, cualquier día, sin sumarme la sensación de que, al pedirlo, estoy molestando?
¿Quién me hace sentir que pedir ayuda es natural y necesario, sin sentir que luego pago un costo por ello?
Responder estas preguntas te va a ayudar a identificar a las personas de tu entorno con quienes realmente podés contar. Esto te permite priorizarte, dando lugar a tus emociones, tus procesos y tu tiempo personal.
Cuidarte y respetarte de esta manera alivia tensiones, incertidumbre y sentimientos de inadecuación que pueden surgir en la maternidad.
Ahora bien, si como mamás y mujeres, nos sentimos acompañadas y contenidas por las personas que elegimos, nuestro bebé tendrá la posibilidad de recibir lo mejor de nosotras.
Priorizarnos es priorizar a nuestro bebé y a nuestro vínculo temprano, que es fundamental para su salud mental.
Cortito y al Pie:
No siempre las personas de nuestro entorno más cercano pueden acompañar de manera asertiva nuestros estados emocionales.
Por ello, es importante priorizar a quiénes sí lo harían y dejarnos acompañar por esas personas.
Cuidar nuestros espacios personales, nuestros tiempos, nuestros descansos y nuestras necesidades es fundamental mientras llevamos adelante la tarea de maternar.
El bienestar que lográs al priorizarte tiene un impacto directo en el bienestar de tu bebé.
Para eso, es clave hablar continuamente de tus necesidades en el proceso de maternaje. Sentite validada para expresar lo que te gusta, lo que te disgusta, lo que te da miedo, incertidumbre o te agobia, sin juzgarte por esos sentimientos, y reconociendo con quién podés compartirlos.
La tarea de cuidar y criar a tu hijo o hija es una de las más complejas que vas a enfrentar, y la clave para transitarla con más tranquilidad está en reconocer tus necesidades y límites, y saber dónde, cómo y con quién pedir ayuda.
Robin Sharma, en uno de sus libros, Lecciones sobre la vida, sostiene que para disfrutar de una vida más feliz y sentirnos realizadas ante circunstancias difíciles, necesitamos estar dispuestos a cambiar nuestra perspectiva y preguntarnos continuamente: “¿Hay un modo más sabio o ilustrado de ver esta situación aparentemente negativa?”
Creo que en circunstancias donde la vida nos confronta con situaciones, crisis y aprendizajes que tenemos que atravesar, el modo más sabio e importante, es priorizar con quién y cómo queremos hacerlo. Porque a pesar de que se traten de situaciones socialmente validadas y esperablemente felices, lo que nos sucede a cada uno es personal y singular, y es en esa singularidad en la que tenemos que priorizarnos para poder cuidar la pequeña vida que nos mira, nos necesita y se nos asoma.