El control de esfínteres es uno de los logros más importantes, junto con el lenguaje, en el registro de autonomía que el niño tiene. Por eso, es fundamental acompañar al niño en la adquisición de este logro en el desarrollo psicomotor.
El control “del pis y la caca”, en el niño funcionan como un control sobre el propio cuerpo, es un sentido completo del cuerpo y de la autonomía que este va adquiriendo desde los primeros pasos, el lenguaje y el control de los esfínteres.
En el último tiempo, se volvió común escuchar que dicho proceso debe quedar supeditado al “ritmo madurativo del niño” legitimando que dicho logro se alcance en edades posteriores a las esperadas. Esto, implica retrasar esta adquisición de autonomía por parte del niño, no sólo en lo físico sino también en lo psíquico.
Cuando el niño se vuelve retentivo, por ejemplo, en la encopresis (retención de materia fecal), muchas veces, esto es un signo y una manifestación del miedo que el niño siente de perder a sus objetos de amor (los padres o cuidadores primarios) de modo tal que, al retener la materia fecal, retienen al “objeto de amor”, porque sienten que, si la dejan salir y la expulsan, pierden a dichos objetos de amor. Esto, da cuenta de la inseguridad del niño ante la posible pérdida. Por lo tanto, la construcción de la seguridad afectiva y la reafirmación de la misma va de la mano del acompañamiento asertivo en el proceso de Control de Esfínteres.
Los días más importantes en la vida de una persona son los primeros mil días, que están compuestos por los 270 días de gestación, los 365 días del primer año y los 365 días del segundo año. Es en este período, que se vuelve fundamental el cuidado de la seguridad afectiva que construye el niño, para los logros de autonomía posteriores.
Que un niño pueda controlar esfínteres, da cuenta de que puede experimentar la autonomía de su cuerpo y la seguridad de que no pierde nada y a nadie, al momento de expulsar. Esto impacta directamente en su autonomía psíquica, por lo que se vuelve tan importante acompañar y estimular el desarrollo de esta función y adquisición en el desarrollo psicomotor del niño.
El control de esfínteres es un hito del desarrollo psicomotor, que se espera entre los dos y los tres años del niño, más-menos. Si supera ese rango etario, cabe la pregunta por el motivo que retrasa la adquisición de dicha autonomía. El control de Esfínteres es parte del desarrollo del psiquismo, por eso es tan importante acompañarlo en esa edad.
Un niño que entiende y experimenta su autonomía, es un niño que puede empezar a crear y establecer vínculos seguros y afectivos con otras personas, además de sus primeros objetos de amor. Es sumamente importante entender la función del control de esfínteres para el desarrollo psicomotor y psíquico del niño.