Como pediatras, sabemos que los primeros años de vida son una ventana crítica para el desarrollo. Por eso, en cada consulta, es vital observar cómo los niños interactúan, se comunican y juegan.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del desarrollo neurológico que afecta la forma en que los niños se comunican, interactúan socialmente y se comportan, afectando aproximadamente al 2% de los niños. La clave para comprender esta condición reside en la palabra "espectro": por lo que cada niño es único y la presentación de los síntomas varía ampliamente.