21 semanas de embarazo: síntomas en el embarazo y desarrollo de tu bebé

Este es el quinto mes de embarazo, ¡y ya estás pasando la mitad del camino! El segundo trimestre a menudo se llama el período de la "luna de miel", porque tus niveles de energía vuelven a la normalidad y cualquier náusea o malestar generalmente desaparecen.

Tu útero a menudo puede sentirse al nivel del ombligo en la semana 20-21 de embarazo, por lo que puede haberse vuelto más evidente para otras personas en este momento. Dado que la panza ahora está bien fuera de la pelvis, es posible que necesites empezar a comprar ropa nueva que permita el cambio en el tamaño de tu abdomen, aunque desde atrás aún puedas parecer sin cambios.

Puedes notar más gases o acidez estomacal. Es importante hacer un seguimiento de qué alimentos desencadenan estos síntomas e intentar evitarlos. Si tenés acidez estomacal, evitá alimentos especialmente picantes1 o altos en grasas. Ocasionalmente, tu profesional de salud puede recetarte medicación cuando las medidas simples no funcionan.

También podés notar la aparición de estrías o más hinchazón en tus pies a partir de ahora; hay poco que puedas hacer con respecto a las estrías, pero mantenerte activa (según indicación de tu obstetra) y elevar los pies cuando estás sentada puede ayudar con la hinchazón2.

Tu bebé comienza a crecer mucho ahora: mide alrededor de 27 cm y ya pesa entre 340-400 g3. A veces, se dice que es aproximadamente del tamaño de una banana grande.

Te indicarán una ecografía4 entre las semanas 20 y 21 de embarazo. Esta ecografía es una parte importante para verificar cualquier anomalía física en la anatomía5 en desarrollo de tu bebé, por lo tanto, se llama ecografía de anomalías fetales. También vas a poder, si querés, averiguar el sexo de tu bebé. En este punto, una niña ya tendrá sus óvulos (alrededor de 6 millones) y los testículos de un niño ya se habrán desarrollado, aunque todavía van a estar en su abdomen en esta etapa y no en el escroto. 

Esta ecografía es muy detallada, ya que el/la ecografista necesita revisar cuidadosamente toda la anatomía en detalle, así que tenés reservar entre 30 y 60 minutos para la ecografía. Normalmente dura unos 30 minutos en promedio, pero no te preocupes si lleva más tiempo; a veces, la posición del/la bebé no permite una vista clara y es posible que te pidan dar un paseo o te pidan que te acuestes en diferentes posiciones para facilitar una mejor visión. 

En esta ecografía también podés ver si la placenta está baja en el útero; si es así, no te preocupes, porque esto suele cambiar antes de las 34 semanas en la mayoría de los embarazos, pero vas a necesitar más ecografías y te aconsejarán evitar las relaciones sexuales para reducir el riesgo de sangrado.

Dependiendo de tu peso e IMC en tu visita, te habrán aconsejado cuál es el aumento de peso saludable6 durante el embarazo. Para la mayoría de las mujeres, esto está entre 10-12 kg. Así que, para la semana 21, es posible que hayas aumentado 4-5 kg en promedio. Sin embargo, si empezaste el embarazo con bajo peso o sobrepeso, vas a necesitar las recomendaciones de tu médico/a.

Puede parecer increíble, ¡pero tu bebé ya puede escucharte a las 21 semanas! Así que es un buen momento para comenzar a hablarle7 e incluso cantarle algunas canciones8. Acordate de que tu bebé piensa que tenés la mejor voz del mundo, así que no te sientas tímida: es una excelente manera de vincularte con tu bebé. Además, tu bebé también está empezando a desarrollar un fino vello llamado lanugo9, y cejas, y está tragando el líquido amniótico.

No es inusual no haber sentido movimientos definidos de tu bebé a las 21 semanas, especialmente si este es tu primer embarazo o si la placenta se ha implantado en la parte anterior del útero. Si trabajás o tienes otros hijos/as a tu cargo, es posible que estés demasiado ocupada durante el día para notar los movimientos. Es común sentirlos primero por la noche cuando estás en la cama; al principio pueden sentirse como gases atrapados o movimientos ligeros, pero se vuelven más distintivos en las próximas 2-4 semanas. Es común sentir los movimientos antes en embarazos posteriores: tus músculos abdominales están más relajados y también sabes cómo se sienten.

Este es un buen momento para reservar las clases o curso preparto. También tenés que planificar y consultar con tu obstetra sobre las vacunas necesarias previo al parto. Otro chequeo que puede sugerir tu médico/a es el control dental, debido a los cambios hormonales del embarazo, puede que tus encías se inflamen e irriten más fácilmente.

Mantenerte activa (si tu obstetra no lo contraindica) y con una alimentación saludable y completa10 son muy importantes durante el embarazo. Si tenés síntomas gastrointestinales, consultá con tu obstetra por el tratamiento.