En esta etapa, no hay mucho que ver. Tu óvulo recién fertilizado se llama cigoto1. 90 horas después de la fertilización, las células se dividen y subdividen en una pequeña masa que viajará desde tus trompas de Falopio hasta tu útero. Después de 4 semanas, tu bebé va a tener el tamaño de una semilla de amapola y estará protegido por un saco amniótico. Este está lleno de líquido amortiguador, y está unido a un pequeño saco vitelino que proporciona nutrientes a tu bebé. La capa externa se convertirá en la placenta, que se encargará de transferir oxígeno y nutrientes2.
Alrededor de 6-10 días después de la ovulación, es posible que notes un ligero sangrado a medida que el conjunto de células, ahora conocido como blastocisto, se adhiere a la pared de tu útero1.
Los primeros signos de embarazo